Argentina le ganó a Hungría en el debut de la Copa del Mundo de 1978. Allí, en ese partido, arrancó la ilusión y el deseo de todo un país envuelto por una Dictadura Militar que había comenzado dos años antes.
El seleccionado nacional de 1978 tuvo un inicio soñado en el torneo internacional más prestigioso a nivel mundial. Los dirigidos por César Luis Menotti derrotaron al equipo de oro por 2-1 en un Monumental repleto. El encuentro se disputó el viernes 2 de junio y el encargado de impartir justicia fue el portugués Antonio Garrido.
De arriba hacia abajo y de izquierda a derecha: Daniel Passarella, René Houseman, Jorge Olguín, Alberto Tarantini, Mario Alberto Kempes y Ubaldo Matildo Fillol; Américo Gallego, Osvaldo Ardiles, Leopoldo Jacinto Luque, José Valencia y Luis Galván.
Un once inicial dirigido técnicamente por el Flaco Menotti que supo pisar fuerte en Núñez y quedar en la memoria de todo el pueblo argentino.
El 4-3-3 fue la táctica estrella de aquella Copa del Mundo. Al arco, el Pato. En la defensa estaban Olguín, Galván, Pasassarella y Tarantini. Un cuarteto defensivo que resguardaban los arcos del fútbol argentino. Eran 3 de 4 los que jugaban en el Torneo Nacional. En el mediocampo, Ardiles, el Tolo y Valencia. Arriba estaban los 3 fantásticos. La delantera letal. Houseman, Luque y el Matador. Comúnmente podían ingresar Bertoni y Ortíz para acompañar a Leopoldo.
El once inicial tuvo a Sandor Gujdar; Peter Torok, IstvanKocsis, JozsefToth y ZoltanKereki; Sandor Zombori, Tibor Nyilasi y Sandor Pinter; KarolyCsapo, Laszlo Nagy y Andras Torocsik, dirigidos técnicamente por Lajos Baróti. Uno de los mejores entrenadores de la época.
Garrido se llevó el silbato a la boca y comenzó el Mundial para Argentina. Con más de 70 mil personas arrancó la ilusión eterna. Afuera, a metros del estadio, la Dictadura torturaba gente; adentro había ilusión por el fútbol e ignorancia por eso que ocurría en las calles.
Argentina no comenzó el partido de la mejor manera. A los 9´ llegó la apertura del marcador para los compatriotas de Ferenc Puskás. Sandor Zombori probaba con un remate cruzado a media altura, el Pato volaba, pero dejaba un rebote. Karoly Csapo fue el encargado de aprovecharlo y empujar la pelota abajo del arco. Argentina 0, Hungría 1.
A pesar de la tempranera conquista húngara, los dirigidos por César Luis Menotti supieron mover la pelota en el mediocampo y llegaron a la igualdad. El reloj marcaba 12´ y el conjunto visitante realizó una infracción a José Valencia en el borde del área grande. Kempes la pidió y acomodó. A su lado, Ardiles amagaba a pegarle. Osvaldo pasó por arriba de la pelota y la tocó sutilmente para su costado. El Matador probó al arco, Gujdar dejó el rebote y Luque lo aprovechó.El centrodelantero argentino hizo delirar al público logrando el empate parcial a los 14 minutos de la primera parte: 1-1.
Pasaron los minutos y al seleccionado nacional le costaba cada vez más ponerse en ventaja. Con un rival bastante difícil y un juego trabado en ambos equipos, llegó la varita mágica del Flaco. Ingresó Daniel Bertoni y salió René Houseman a los 67´.
Cuando faltaban 7 minutos para que terminara el partido, el delantero le dio la victoria a la selección. La acción la inició el Beto Alonso con un taquito. El ex jugador del Rojo aprovechó el rebote que dejó el arquero tras el mano a mano de Luque y puso el 2-1. Delirio Monumental. Explotó Núñez. Ganó Argentina. A falta de 2 minutos para que finalice el encuentro, Andras Torocsik y Tibor Nyilasi fueron expulsados en la visita.
“Ese partido se vivió con la ansiedad y la locura lógica de un debut, pero fue importantísimo. Me di cuenta de que podíamos ser campeones por la manera en que asimilamos el gol en contra”, comentó el Flaco Menotti años después.
Argentina 2, Hungría 1: el inicio del camino hacia la primera Copa del Mundo de nuestra Selección, en un momento de la historia cargado de dolor, aunque por otros motivos...
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